Cuando ocurre una lesión, el miedo es, sin duda una variable psicológica constante. Dependiendo de cómo y cuándo se haya producido la lesión, y sumado a las experiencias pasadas, recuerdos o aprendizajes que cada individuo haya vivido, podemos encontrarnos diferentes tipos de miedo: desde miedo al movimiento (kinesofobia), pasando por miedo a volver a encontrarse en la situación donde ocurrió dicha lesión (actividad practicada), o hasta miedo a no volver a ser como antes.
Al fin y al cabo, el miedo es una emoción totalmente natural que, si no se trata, condicionará nuestra manera de actuar el resto de nuestra vida. Y eso, además, puede provocar un aumento considerable del riesgo a volver a padecer la lesión.
Ejercicio físico para superar el miedo a una recaída en la lesión
La evitación es la manera más común de intentar sobrepasar ese miedo. Sin embargo, no es la opción más adecuada, ya que si lo evitamos, nos lo quedamos con nosotros. Y si, inesperadamente, en algún momento nos vemos en el contexto previo de la lesión, lo más probable es que vuelva a suceder.
Por ello, la mejor manera de superarlo es enfrentarse a ello mediante exposiciones graduales y progresiones a través del ejercicio físico. De esta manera podremos hacer que la persona se vaya acercando, poco a poco, a ese gesto, momento o movimiento, y vaya sintiendo más seguridad hasta llegar a recrear, de la manera más real posible, el contexto de lesión que ha provocado que ese miedo emerja. En Re-Educate, nuestro equipo te proporcionará las herramientas y el apoyo necesario para que ese miedo vaya desapareciendo a través de un entrenamiento consciente. Gracias al deporte, podrás volver poco a poco a la normalidad.
Por Carlos López, Director del área de Re-adaptación en Re-Educate Studio.
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